miércoles, 22 de enero de 2014

¿Las personas recuerdan su nacimiento?

Artículo enviado por Yaiza Prieto. 2º D

La memoria humana ha sido objeto de especulación durante largos años dentro de la comunidad científica. Diversas hipótesis explicativas se han brindado para comprender su funcionamiento, muchas de ellas caducando con el paso del tiempo, y otras permaneciendo vigentes aunque con modificaciones.
Concretamente hoy nos interesa la memoria infantil, o más bien la ausencia de memoria infantil. Es que ¿quién recuerda por ejemplo su nacimiento, sus primeros días o cualquier evento anterior a los tres años? Tal vez haya alguna imagen vaga, pero difícilmente más de dos o tres.
El psicoanálisis freudiano, tomó la memoria como plato principal de muchos estudios. Sigmund Freud, en 1899 acuñó el término amnesia infantil para referirse a esta falta de conocimientos sobre nuestros primeros días, y explicó su origen en el intento del individuo de borrar eventos traumáticos que perjudiquen el ego propio.
Más adelante la ciencia concluyó que los bebés no tienen aún la memoria lo suficientemente desarrollada en sus primeros meses, y que por ello el cerebro no registra los hechos. Hoy en día se ofrece una tercera alternativa a estas dos explicaciones ya no tan vigentes.
Se cree que los bebés pueden formar memorias a largo plazo, pero que para recordarlas les hace falta un ingrediente: las memorias asociadas. Por ejemplo, un bebé tiene memoria inconsciente, pero no tiene el cúmulo suficiente de conocimientos para almacenar datos que la sustenten y la hagan perdurar, contextualizándola.

Nuevamente, esta hipótesis neurológica ha sido objeto de controversias ante las otras dos; ante la primera, por ser esta simplista; ante la segunda, por ser reduccionista. El hecho es el mismo: si alguien viene a contarte que recuerda su nacimiento, no le creas: la ciencia no lo respalda.

Mémoire: que restera-t'il de mes trois ans?

Réponse :

Rien... 
A moins que quelques photos, vues et revues dès ses premières années, ne viennent entretenir la flamme fugace de la mémoire fragile de notre tout-petit.

Vous souvenez-vous de ce moment délicieux où votre maman vous plongeait délicatement dans l'eau tiède de votre petite baignoire rose en plastique ? Ou de votre premier anniversaire ? Ou encore de la nounou qui vous gardait à un an ? Non, rien à faire ! Les souvenirs d'enfance les plus anciens remontent rarement aussi loin que les premières années de la vie... Alors, puisque vous avez l'occasion de voir aujourd'hui, au jour le jour, se construire la mémoire de votre tout-petit, il n'est pas inutile d'en connaître tes mécanismes.

Fuente: http://www.memoireetvie.com/medias/3ans.htm 

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