El pasado viernes 5 de febrero a las 18:56 (hora peninsular española) entró en erupción uno de los volcanes más activos de Japón, el volcán Sakurajima, en la isla de Kyushu, en el sur de Japón.
Este volcán tiene una altura de 1117 metros y su última erupción fue en agosto de 2015. La actividad volcánica produjo un estallido naranja en el cielo, con una columna de humo de 2200 metros de altura, mientras la lava comenzaba a rodar por las laderas de la montaña.
Los datos correspondientes a la erupción registrada en la Agencia Meteorológica de Japón aseguran que la magnitud del terremoto fue considerable, más concretamente de nivel 3 (de un total de 5). Se ha declarado esta alerta de nivel 3, aunque un estrecho marítimo separa el volcán de la ciudad de Kagoshima.
Los datos correspondientes a la erupción registrada en la Agencia Meteorológica de Japón aseguran que la magnitud del terremoto fue considerable, más concretamente de nivel 3 (de un total de 5). Se ha declarado esta alerta de nivel 3, aunque un estrecho marítimo separa el volcán de la ciudad de Kagoshima.
La actividad volcánica no ha causado daños materiales en las ciudades cercanas a la montaña de Sakurajima, pero se ha declarado un nivel de alerta 3, ya que en la isla de Kagoshima está la central nuclear de Sendai. Por ahora, la erupción no ha afectado a las instalaciones.
El pasado agosto, este volcán registró
varias erupciones de baja magnitud que
llevaron las autoridades locales a evacuar a la población de dos pequeños
municipios muy cercanos al Sakurajima, cosa que a día de hoy ha venido muy bien
para reducir los daños y pérdidas de vidas humanas causadas por la erupción
volcánica.
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