Noticia enviada por Alberto Martínez
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Resumen
La Agencia Espacial Europea logró medir
con mucha exactitud el eco del "Big Bang", la radiación del fondo
cósmico, que surgió cuando el universo tenía 380.000 años.
Imagen: Satélite Plank. Fuente: www.noticiasdelcosmos.com
El cosmos empezó a expandirse y la longitud de las ondas creció. Hoy en día la radiación del fondo cósmico está en la zona de microondas.
La Agencia Espacial Europea reveló
ante los astrofísicos que el 4,9% del universo es materia visible (estrellas,
galaxias, gas y polvo), el 26,8% es materia oscura y el restante 68,3% es
energía oscura.
Hasta ahora no queda claro qué es esta
energía en realidad, pero según los científicos es el motor que acelera la
expansión del universo y el alejamiento de las galaxias de la Vía Láctea.
Según sus datos, la velocidad de
alejamiento de las galaxias de la Vía Láctea era de 67,3 kilómetros por
segundo. Hoy en día lo hace a una velocidad de 74,3 kilómetros por segundo.
El astrofísico Robert Caldwell, de la
Universidad de Darmouth (EE.UU.) calculó que si la materia oscura sigue
creciendo las galaxias se alejaran unas de otras cada vez a más velocidad.
Según Caldwell, dentro de entre 22.000
millones y 50.000 millones de años la energía oscura llegará a su plena
potencia. Debido a ello La Vía Láctea dejará de ser una galaxia espiral y
se fusionará con la galaxia vecina de Andrómeda para formar una gigante isla
estelar elíptica.
Tres meses antes del fin, los planetas
abandonarán la órbita del Sol, que para aquel entonces se habrá convertido en
una estrella enana muerta y la Tierra explotará.
En los últimos 30 minutos de existencia
del universo, el espacio en proceso de expansión hará que incluso los átomos
revienten. En el punto cero el cosmos dejará de existir.
Sin embargo la comunidad científica
considera que hay que hacer más mediciones y averiguar la naturaleza de la
energía oscura.
Para saber más sobre el satélite Plank
Para saber más sobre el satélite Plank puedes leer esta página.
Noticia
La misión Planck de la Agencia Espacial
Europea logró medir con mucha exactitud el eco del 'Big Bang', la radiación del
fondo cósmico, que surgió cuando el universo tenía 380.000 años y su
temperatura era de 2.700 K. En aquel entonces, su materia consistía de núcleos
de átomos cargados eléctricamente y electrones libres que absorbían todos los
fotones. Solo cuando aparecieron átomos neutros, los fotones pudieron moverse.
El cosmos empezó a expandirse y la longitud de las ondas creció. Hoy en día la
radiación del fondo cósmico está en la zona de microondas, y su temperatura se
ha reducido a 2,725 K.
Sin embargo, el Planck reveló que esta temperatura
no es constante, sino que se somete a oscilaciones debido al impacto de los
nudos de la materia de la que se originaron las galaxias. El fondo de
microondas logró conservar vestigios de esta materia y la misión pudo medir sus
características físicas. Reveló ante los astrofísicos que el 4,9% del universo
es materia visible (estrellas, galaxias, gas y polvo), el 26,8% es materia
oscura y el restante 68,3% es energía oscura. Cabe recordar que el fenómeno de
la energía oscura fue descubierto en los años 1990, gracias al estudio de las
explosiones de las supernovas. Hasta ahora no queda claro qué es esta energía
en realidad, pero según los científicos es el motor que acelera la expansión
del universo y el alejamiento de las galaxias de la Vía Láctea.
Según los datos del Planck, en los
albores de la existencia de las galaxias, la velocidad de alejamiento de las
galaxias de la Vía Láctea era de 67,3 kilómetros por segundo por megapársec.
Este índice supone que, con el tiempo, nuestro universo aceleró su expansión:
hoy en día lo hace a una velocidad de 74,3 kilómetros por segundo por
megapársec. El astrofísico Robert Caldwell, de la Universidad de Darmouth
(EE.UU.), calculó qué le pasará al universo si la fuerza de repulsión de la
energía oscura sigue creciendo, haciendo que las galaxias se alejen unas de
otras a cada vez más velocidad.
Según Caldwell, dentro de entre 22.000
millones y 50.000 millones de años (a falta de fechas más exactas), la energía
oscura llegará a su plena potencia. Como consecuencia, se descompondrá la Vía
Láctea, porque una potente expansión disgregará las estrellas de la galaxia. La
Vía Láctea dejará de ser una galaxia espiral y se fusionará con la galaxia
vecina de Andrómeda para formar una gigante isla estelar elíptica.
Una vez concluida esta etapa, el cosmos
tendrá solo 60 millones de años. Tres meses antes del fin, los planetas
abandonarán la órbita del Sol, que para aquel entonces se habrá convertido en
una estrella enana muerta y la Tierra explotará. En los últimos 30 minutos de
existencia del universo, el espacio en proceso de expansión hará que incluso
los átomos revienten. En el punto cero se quebrará la estructura del continuo
espacio-temporal y el cosmos dejará de existir.
Sin embargo, la comunidad científica considera
que este modelo es demasiado radical. Insiste en que antes de emprender
cálculos de este tipo y empezar a hacer pronósticos hay que realizar más
mediciones y averiguar la naturaleza de la energía oscura.
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