Alaska, en Estados Unidos, ha escondido durante millones de años un mundo perdido, el de una especie de dinosaurio que vivía en un clima frío, contrario a lo que se creía hasta ahora. Cuando la gente piensa en dinosaurios, lo asimila a seres que viven en temperaturas plácidas, normalmente, tropicales. El Kuukpikensis Ugrunaaluk rompe los esquemas: era herbívoro, tenía un pico como el de los patos y pudo conocer la nieve. El hallazgo de los investigadores de las universidades americanas de Alaska y Florida revoluciona el conocimiento que existía hasta ahora sobre la fisiología de estos animales, de los que nunca se habían encontrado restos en latitudes tan al Norte del planeta.
No existen evidencias de cómo regulaban su temperatura corporal estos animales de sangre fría, similares a los actuales cocodrilos, aunque de unas dimensiones gigantescas, ya que median nueve metros de largo. Los dinosaurios del Ártico se adaptaron a las condiciones del clima. Lo que aún es un misterio es saber cómo sobrevivieron con tanto frío. Responder a esa pregunta será la segunda parte del estudio.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/29/ciencia/1443556435_372204.html
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