Noticia enviada por Miguel Ángel Garrido, 2º B
El invertebrado fue hallado en el esqueleto de una ballena en
descomposición en aguas poco profundas del Puerto Foster, en Isla Decepción, cerca
de la base española Gabriel de Castilla
Entre las aguas del océano Antártico, un equipo de biólogos españoles han
descubierto una nueva de especie de gusano marino entre los restos
óseos de una ballena en descomposición. El esqueleto de la ballena, un rorcual
de aleta blanca, fue hallado en aguas pocas profundas del Puerto Foster. Los
biólogos del IRbio Sergio Taboada, María Bas y Conxita Ávila, han firmado el
hallazgo en una publicación de la revista Polar Biology. La profesora
Conxita Ávila, jefa del proyecto multidisciplinar Diversidad y estructuras de
comunidades bentónicas antárticas, DISTANTCOM, ha explicado que «la península
antártica y las islas Shetland del Sur son una de las regiones mejor estudiadas
de la Antártida. Sin embargo, el
número de especies descritas hasta ahora en la isla Decepción es muy bajo».
Gusano come-huesos
Parougia diapason es el nombre de la nueva
especie que forma parte de un
grupo de gusanos marinos (anélidos poliquetos) que son frecuentes
en fondos marinos ricos en materia orgánica, tanto de origen natural como
antropogénico, en diferentes latitudes oceánicas. Según Taboada, esta especie
«sería un ejemplo claro de organismo oportunista, es decir, un ser vivo que aprovecha unas condiciones
favorables muy particulares, un exceso de materia orgánica, para
proliferar y alcanzar densidades poblacionales muy elevadas». Los
investigadores de la IRBio han llevado a cabo análisis morfológicos y
filogenéticos, con marcadores genéticos nucleares y mitocondriales, para
determinar la nueva especie biológica y, según los resultados, todo apunta a
que se trata de la especie más
antigua del género Parougia. Según los biólogos, la nueva especie
tiene algunos rasgos morfológicos -falta de algunos apéndices como el cirrus
dorsal y diferencias en la forma del aparato masticador- que la diferencian
claramente de especies relacionadas evolutivamente.
«Antes, este tipo de información no estaba disponible,
pero en los últimos años cada vez es más frecuente encontrar descripciones de
especies en que se incluye un árbol filogenético de parentesco. Según la
bióloga Conxita Ávila, «aún queda
mucho por explorar, descubrir y, aún más importante, para proteger a la
Antártida».
No hay comentarios:
Publicar un comentario